devenir 3: robàndole corriente a Sebastiàn Leyton, u, Oràndole a San M. Duchamp
La instalaciòn de S. Leyton recrea los tres momentos y a los tres personajes claves -en algùn momento de la historia del arte y de la vida- que cambiaron el rumbo descrito hasta el momento: Duchamp, Pollock y Beuys.
Amparado yo en tal escena, convidado extrìnsecamente desde ya por el excelentìsimo S. Leyton, recogì este trozo de hierro que forma -o formaba- parte de una pieza del alumbrado pùblico de la plaza que alberga, tanto al Museo de Bellas Artes como al MAC, y bajo la obstinaciòn del "choix duchampiano" le introduje -a modo de ofrenda al SANTO- dentro del Museo, dentro del circuito -chilensis- Mainstream.
Si bien, el elemento no es correlativo a los utilizados por Leyton, èste se auto-avala gracias al enunciado de don mARCEL; el trozo de hierro ya no es sòlo un trozo de hierro: el SANTO acepta mi ofrenda y mi deuda con uds. se salda.
Hasta el momento...
viernes, 28 de agosto de 2009
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2 comentarios:
Me parece que tomaste bien la decición de "robar corriente" desde esa obra, notable... No puedo dejar de relacionar las acciones que realizas con un cuento que se me viene a la memoria... "Carreras secretas" de Alejandro Dolina...se refiere a aquellas "competencias" que uno hace con el OTRO pero que ese otro no tiene idea que está compitiendo, nisiquiera sabe que existes.... algo medio paranoico....
jajajaj...Paz... tu comentario me hace recordar un cuento de Bukowski sobre un loco que se inicia en la delicuencia... entra a una casa, mata al dueño de casa, viola a la mujer... pero no concreta "el robo"... su in-competencia frente a la competencia.
Gracias por el comentario.
p.d.: te parece si uno de los dos linkea el blog del OTRO con del OTRO?
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